domingo, 31 de agosto de 2008

Del Charango al títere


He tenido abandonado este blog no por falta de noticias nuevas desde la escuela sino por falta de tiempo.

En ésta semana anterior tuvimos la grata sorpresa al llegar a la institución, la vice-directora nos avisa que tendríamos la visita de un concierto didáctico. La cuestión resultó bien que interesante. La famosa "orquesta" estaba conformada por jóvenes que mostraron de una manera muy ágil, amena y hasta con muy buen humor, los instrumentos típicos de nuestro altiplano. Desfilaron instrumentos de cuerda, charangos y guitarra, de viento representada por una familia de sikus y diferentes quenas, de percusión en la que no faltaron nuestro tradicional bombo, la caja coplera y vidalera.

En total más de una hora con todos los alumnos sentados en el Salón de Usos Múltiples (SUM), sin distracciones, sin discusiones ni el clásico "voy al baño profe". Se olvidaron de todo. Una muy buena forma de comenzar la mañana. El grupo se llama "Inti Huayra" y el concierto “Abrir Caminos”, coloco acá alguna foto como para que los vean en acción.



Para el mismo día tenía ya preparado que se comenzara con la confección de la cabecita del títere que tienen que hacer los chicos del grado. Para eso había invitado algunas mamás especialmente para que ayudaran en la tarea. Y mientras estábamos en la hora de Música (día Martes) con la “profe” Vicky, en la mesada de la sala las madres pusieron mano a la obra. En total trece madres, tías y hermanas que fueron a ayudar para comenzar con el trabajo. ¡Cómo es necesario contar con tantas manos que te ayuden! Es una verdadera pena que, a diferencia de lo que sucede con los primeros grados, esto se vaya perdiendo a través del tiempo y luego los niños no son acompañados en todo el ciclo.

El trabajo colectivo, cooperativo, una mamá que no solamente hace el títere de su niño sino que se dispone para completar los que faltan. Esto hace falta que vean mucho los niños. Que se empapen del espíritu colaborativo y solidario. Ha sido para mí una fiesta poder comenzar de ésta manera el trabajo.

Y como no íbamos a poder completar todo ese día porque necesitaba secado la pieza, es que se decidió volver el jueves. Ellos habían traído el papel picado para la masa el viernes anterior, de modo que estuvo en remojo hasta el día lunes siguiente. Cuando fuimos a verlo aún le faltaba un poco y lo dejamos dos días más de modo que recién el jueves tuvimos la masa completa.

Allí nos tocó trabajar duro, pero con mayor participación de los alumnos. Pudieron amasar la masa, manejar con sus manos el material y soltarse a la creatividad. El profesor Eladio de Plástica nos ayudó. La sala era todo trabajo entre los chicos y grandes. Agregando las clásicas bromas entre los mayores que se divertían mientras trabajaban.

Todo esto también me lleva a pensar que tal vez desde la escuela deberíamos brindar mayor espacio para el encuentro de los padres ya sea entre sí y/o con los chicos. Se genera un ámbito muy bonito. Es bueno poder participar de actividades como éstas. Tal vez los tiempos de muchos padres no coincidan totalmente, pero siempre va a haber algunos que sí lo puedan hacer.

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