viernes, 1 de agosto de 2008

Como sacándole punta al lápiz…


Vamos a comenzar sacándole punta al lápiz. En primer lugar porque sin duda alguna y a pesar de tanta tecnología dando vueltas, los logros máximos dentro del aula comienzan cuando llega el alumno al grado, se levanta de su banco, se acerca a vos y te alcanza el lápiz:

-¿Para mí?- ,

-¡No, profe, es para que le saqués punta!

Esto (que ya es un chiste dentro de la sala), es el comienzo. Ahora será cuestión de comenzar a afinar la puntería con el teclado para poner de manifiesto por escrito aquello que vaya sucediendo dentro del aula (y dentro mío, por qué no).

Compartir mis experiencias y las de otros docentes. El trabajo institucional, colectivo, con fines comunes y afines a los problemas detectados al principio de año y que vuelven a repetirse una y otra vez. A veces porque es un problema que lo tenemos enquistado en la sociedad y otra porque como docentes aún no encontramos el camino para salir airosos del mismo con nuestros alumnos.

Pero me estoy olvidando de algo. Fundamental: quién soy y qué hago. Soy docente de Primer Grado. ¡Un varón en primer grado! Es lo primero que se nos viene a mente (y no se imaginan de las mamás cuando se enteraron). Y además de docente por el título del Magisterio, Profesor de Informática para el Nivel Primario.

Todo esto y con el anhelo desde hace mucho tiempo, de poder plasmar de un modo útil tal vez para algunos, estúpido o inútil para otro, decidimos poner manos a la obra y comenzar a colgar en este blog nuestros pensamientos, nuestros puntos de vista, nuestro trabajo, nuestra experiencia y compartir con todos la tarea que venimos realizando desde el norte de la provincia de Córdoba, más precisamente desde Villa de María del Río Seco.


Hemos comenzado agosto y recién ahora podemos comenzar con ésta tarea. Como partiendo el año por la mitad. Los chicos algunos están leyendo comprensivamente, otros luchando por comprender y otros (como siempre) luchando por alcanzar a aquellos que están más adelantados. Muchos de ellos ya escriben y otros están comenzando. Un buen grupo de alumnos, veinticuatro en total que demandan toda mi atención en todo sentido. Alumnos de escuela pública de mi República Argentina tal vez como la de muchas escuelas, aunque aún con menos Internet, igual televisión y dificultades comunes a todos.

Y cuando digo Internet, hablo de la imposibilidad técnica que tenemos para acceder como en muchos otros lugares, a una banda ancha mínima para poder comunicarnos y educarnos también por éste medio. Lo único que tenemos un dial-up que como seguramente sabrán, es lento para los tiempos que corren, donde las páginas están cada vez más pesadas y el tráfico es intenso. Descargar un archivo de unos pocos Kb., te lleva varios minutos, imagínense descargando un programa o un zip necesarios a veces para nuestra institución. Y esto es algo que no es tenido en cuenta en empresas y en nuestros gobiernos. “Diríjase a nuestra Web”, “¿a qué dirección le mando un mail?” son típicas preguntas del mundo moderno que a nosotros acá nos dejan “haciendo chilenita” como dice un alumno mío.

Pero esto no quita el ánimo, al contrario, nos anima a poner este plan en marcha. Iniciamos hoy. Comienzo hoy. Ya veré otra oportunidad en la semana para llevarles parte de la experiencia que estoy realizando con estos chicos (que ya son míos).

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