Paralelamente a todo lo anterior, en toda la escuela se ha venido trabajando con la feria de Ciencias que en éste caso es de carácter institucional. Todos los grados presentamos un stand con lo que hemos investigado con los chicos y las conclusiones a las que hemos arribado. Se abre a toda la comunidad ese día, que en éste caso será el próximo lunes 1 de setiembre, para que puedan visitar la muestra y los alumnos compartir el trabajo realizado.
Cada grado ha trabajado con un problema y el que elegimos en nuestro grado con los chicos tiene que ver con aquello que ya habíamos comenzado a investigar y trabajar con anterioridad: las plantas. Y más específicamente “cómo respiran las plantas”. Es increíble poder ver los niños anticipándose, indagando, preguntándose, creándose una duda constante… y de qué modo realizaban hipótesis e iban arribando poco a poco a las conclusiones.
Comenzamos comparando el reino animal con el vegetal, qué funciones realizan los seres humanos y cuáles podemos aparejar a los del reino vegetal. Para esto usamos los seres humanos y las plantas en cuadros de doble entrada. Así surgió la pregunta:
¿Respiran las plantas?
Sí, si respiran.
¡Y ustedes las han visto respirar?
Es que ellas nos dan oxígeno… (Uno sabihondo del fondo)
Bueno, dejamos así ya que todos dicen que respiran.
Así fuimos completando el cuadro.
Y chicos, qué opinan ustedes… por dónde respirarán las plantas?
Por la punta de la planta profe!
Por el tronco…
¡No! ¡Por un agujero en el tronco… que sería como una nariz!
Bueno, bueno, todas las respuestas son válidas ¿y si preguntamos en casa?
Y allá partieron con la tarea para la casa y de un modo tal que la verdadera respuesta no se daba. Así que partimos a la sala de informática. Investigamos por dónde respiran…
Es por las hojas profe, es por ahí.
Sí, por las hojas… pero ¡por qué parte de la hoja!
Y… obvio que por la punta…
Otra vez la punta. Es como que tienen muy definido que la respiración, al tener los seres humanos una nariz, había que encontrarle una a la planta.
Así se leyeron además manuales de Sexto grado donde podían ver la fotosíntesis, y de otro libro sacar un texto en el cual hablaba de los famosos “poros” llamados “estomas”, que la planta cierra casi totalmente de noche… etc.
Para completar la tarea hicimos el clásico experimento. Respiraron sobre la ventana y veían cómo se empañaba el vidrio.
Y si ponemos la planta bajo un vidrio, ¿podremos ver su respiración?
Y, no profe, no puede soplar fuerte.
Entonces pongámosle un frasco que la tape y la dejamos hasta el otro día…
Bueno, dale. Lo hagamos…
Allá cayó el profe al otro día botellón en mano. Conseguimos una planta en maceta y le colocamos el botellón. La llevamos a otra sala para esperar hasta el lunes (era viernes).
¿Y? Cómo piensan que está la planta?
…A esta altura, ya está muerta.
¡Muerta! Y por qué!
Porque no debe haber respirado abajo del frasco…
Vamos a ver qué pasó, vamos a buscarla!
Todo el grado rodeaba la planta. Caras de sorpresa. Minúsculas gotas de agua empañaban el vidrio del frasco. La conclusión salió sola. Sí, las plantas respiran, transpiran (sueltan agua), son necesarias…
Ha sido un trabajo arduo para los alumnos y lo es aún para nosotros docentes. Aún nos resta preparar el SUM para el día de la inauguración que tendrá lo que se merece, un acto de apertura, con representaciones alegóricas y todo lo demás.